Todo se arregla o se acaba con un café
Una taza humeante de café siempre será un buen pretexto para alejarse del ajetreo diario por unos minutos; es una invitación al diálogo, esa charla que se trae pendiente la cual con cafeína se puede concretar sobre la mesa.
Igual y tienes la intención de sentarte en la barra y pedir un espresso doble, contemplar el vaivén de tu taza del plato a tus manos pensando que estás ahí sumergido en el anonimato, error. Habrá alguien en esa misma barra que además de notar como su café se columpia voltea discretamente buscando otro ente anónimo para su desahogo. Esto será también nuestra salvación o el comienzo para salir corriendo…
Se abre el telón: el humo del cigarro se entreteje con el propio del café mientras se hace el recuento de los daños de la fiesta de ayer, sacar todo eso que le dirías a un psicólogo (pero aquí te costará la décima parte sin límite de tiempo), echar el chal y comerse a medio mundo, al parecer la charla no tiene para cuando acabar; o bien, el único ruido que interviene son los sonidos de la cuchara golpeando la taza y la taza contra el plato, se miran y voltean a ver la cantidad que les falta por beber, tal vez uno de los dos pone fin a las palabras y juran no volverse a ver.
Igual y tienes la intención de sentarte en la barra y pedir un espresso doble, contemplar el vaivén de tu taza del plato a tus manos pensando que estás ahí sumergido en el anonimato, error. Habrá alguien en esa misma barra que además de notar como su café se columpia voltea discretamente buscando otro ente anónimo para su desahogo. Esto será también nuestra salvación o el comienzo para salir corriendo…
Se abre el telón: el humo del cigarro se entreteje con el propio del café mientras se hace el recuento de los daños de la fiesta de ayer, sacar todo eso que le dirías a un psicólogo (pero aquí te costará la décima parte sin límite de tiempo), echar el chal y comerse a medio mundo, al parecer la charla no tiene para cuando acabar; o bien, el único ruido que interviene son los sonidos de la cuchara golpeando la taza y la taza contra el plato, se miran y voltean a ver la cantidad que les falta por beber, tal vez uno de los dos pone fin a las palabras y juran no volverse a ver.
Comentarios
jjaja bueno pues solo queria expresar mi gusto por tu blog
que estes bien!
ojala te pases por el mio que aunque es muy.........adolentesco-rebeldozo jajaj termino mas pirata pero verdadero... pues que le hago si asi soy yo ey pero no crea que nomas es puro "desma" seguro le encontraras lo que en serio kiero decir AYY NO SE POR KE LO dIGO PERO TENGO ESA SENSACION
que estes bien!
Gracias por las remembranzas.