Ayotzinapa: los héroes que no pedimos


El mundo está inundado de gente como nosotros, de mucha gente como nosotros y alguien tiene que oírnos, alguien y algunos más, aunque les revientes o les reboten nuestros gritos
-Juan Rulfo



Son cuarenta y tres voces que ahora viven en mi cabeza. Están muertos, eso lo sabemos desde que Alejandro Solalinde en su intensión de declaración a la PGR diríaEllos no regresarán, han fallecido, incluso incinerados vivos.Son 43 más en la lista de desaparecidos del país en donde hasta ahora de acuerdo al Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) son 22 mil 322 almas buscando regresar a casa. Son 43 estudiantes que lamentablemente ya se sumaron a los difuntos por el crimen organizado. El año pasado fueron 12 mil doscientos ochenta y cuatro asesinados por estos animales, son sumas que aterran, necesitamos no perder la sensibilidad, jamás será un estado normal.

Ahora ellos sin pedirlo habitan en nuestro imaginario colectivo, los sentimos cerca como los niños del ABC, las muertas de Juárez, los estudiantes del 68. Son guerreros sin haberlo querido así, ahora de acuerdo a la cosmovisión prehispánica habitan en el Tonñatiuh ilhuicac, un sitio rodeado de árboles, son guerreros caídos en combate aunque no por decisión propia. Son compañeros del sol que desde arriba reclaman justicia, un concepto transgiversado, mal entendido y muy manchado en nuestro país en donde la corrupción, ambición de poder y chingarte al otro van como filosofías máximas.

Nuestro corazón está paralizado, la sociedad civil ha salido a las calles para manifestar su inconformidad, bloque de calles y autopistas. 350 mil personas se manifestaron el pasado 23 de octubre, es la representación de un pueblo dolido que reclama la verdad, una democracia participativa en donde se le tome en cuenta y nos dejemos de la cultura del “dedazo”, de la imposición, del mal gobierno. Ayotzinapa bien se sabe que no fue el encuentro entre cárteles, fueron simplemente un pretexto, las calles continúan palpitando en busca de una respuesta. En una manta se leía “Nos quitaron tanto que hasta el miedo se llevaron”.

Paris Martínez tuvo la sensibilidad de acercarse a los amigos y familiares de las 43 víctimas de quien ahora podemos saber de sus gustos y aficiones. Eran adolescentes y jóvenes humildes ilusionados por salir de la pobreza con entera dignidad. Dejaron una huella profunda, son la detonación del descontento colectivo. Jhosivani, Luis Ángel, Marco Antonio, Saúl Bruno García, Jorge Antonio, Abel, Carlos, Adán, Felipe, Emiliano, César, Jorge, José Eduardo, Israel Jacinto, Antonio, Christian Tomás, Luis Ángel Francisco, Miguel Ángel, Benjamín, Alexander, Leonel, Everardo,Doriam, Jorge, Marcial Pablo, Jorge Aníbal, Abelardo, Cutberto, Bernardo, Jesús, Jovany, Mauricio, MartínGetsemany, Magdaleno Rubén, Giovanni, José Luis, Julio César, Jonás, Miguel Ángel.

Christian Alfonso, Carlos Iván, José Ángel, Israel, José Ángel. Chavos entre los 17 y 33 años, alumnos de la Normal de Ayotzinapa en espera de una pinche claridad negada a ellos, a su familia, a esta nación dolida. Lo impactante no es el horror del desolle de Julio César Mondragónestudiante del primer semestre de la Raúl Isidro Burgos, originario del Distrito Federal. Tenía ganas de estudiar pese a sus pocos recursos, su único error fue estar consciente del significado de la marcha del dos de octubremal  momento para estar en Iguala en donde la  “Reina de Iguala”, estaba dando un discurso y él lo único que deseaba era llegar a su destino, encontrarse con otros estudiantes en el DF.

¿Cómo se puede pedir las cuentas claras a un gobierno que está coludido con la mafia? ¿Cómo exigir una “verdad” de lo acontecido en Ayotzinapa si la esposa de Abarca es hermana de Mario "MP" y Alberto Pineda "El Borrado", presuntos operadores de Arturo Beltrán Leyva. Es unja mujer a quien le llaman "La Guerrera", tiene sed de poder,  y si la gente se deja y el PRD la perdona podría ser la siguiente candidata para suceder a su "competente" marido en el 2015.
Son rostros que dejaron de tenerlo, esos 43 se alzan en una sola voz que hace eco en las calles de por lo menos cinco estados del país en una especie de mantra: "Vivos se losllevaron, vivos los queremos". A ellos les esperaba unfuturo, ser maestros rurales, tenían opción de forma de vida además de ser campesinos.

El problema no es la policía, ni el municipio de Iguala, ni el estado de Guerrero, son los de arriba, los del "poder", la gente comprada dentro del sistema político y judicial  además del miedo y opresión que causan en la sociedad civil. La lista de acuerdo a varios medios sigue aumentando, de 43 a 77. El caso de los normalistas sólo vino a enfurecer la mecha que ya estaba encendida.

¿Quién nos representa, cómo pedir democracia y demás derechos civiles? En el portal de la Presidencia los niños pueden leer falsas ilusiones cuando se les habla de democracia: Ahí dice que los mexicanos tienen derecho a que se les proteja, a tener un nombre y nacionalidad, derecho al amor, a la recreación, a que sus derechos sean reconocidos. ¿Será cierto? Hasta cuándo viviremos en un simulacro de un México bonito y querido que sólo sale a las plazas cada 15 de septiembre?
Hay que ser valientes para alzar la voz y pedir lo que es de uno. ¿O no Felina?, María del Rosario Fuentes Rubiouna tamaulipeca quién desde su frente denunciaba vía Twitter al narco en Tamaulipas , secuestrada y privada de su vida hace 11 días. “MI NOMBRE REAL ES MARIA DEL ROSARIO FUENTES RUBIO, SOY DOCTORA HOY QUE MI VIDA HA LLEGADO A SU FIN NO ME QUEDA MÁS QUE DECIRLES QUE NO COMETAN EL MISMO ERROR (sic)” el Cartel del Golfo acabó con ella y la PGR sólo fue capaz de enviar un comunicado aviando de su desaparición.

El problema son esos de arriba, los que ya sabemos. Nos queda actuar en colectivo, perder el miedo y exigir los derechos que se están diluyendo. Ser mejor ciudadano con la gente que está a nuestro alrededor, es a como lo veo, la única manera de empezar a tener cambios en el país, fomentar  la unión en nuestros pequeños grupos sociales, respetarnos y ayudarnos para crear vínculos fuertes, perder el miedo y exigir a su tiempo esos derechos mutilados que aún están a tiempo de sanar, podemos ser escuchados, somos una voz de 43, de 77, de más de 22 mil, de más de 122 millones de mexicanos a quienes la minoría del poder debería de causar respeto y no al revés.


Comentarios

Anónimo dijo…
Valiente tu art♂culo y tu opini♀n Raquel. Te felicito mucho, es verdaderamente fuerte y claro. Gracias por escribirlo.
Laura

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